¡Llegó el calor!

Ya empieza el buen tiempo, el sol brilla, las nubes se levantan, los pajaritos cantan... pero no debemos olvidarnos que nuestros ojos necesitan más protección de la normal puesto que pasamos más tiempo en el exterior y estamos más expuestos a los rayos del sol.

Lo más importante es llevar una buena gafa de sol, así que ya sabes, no las compres en bazares y mercadillos y acércate a tu óptica de confianza donde encontrarás la gafa ideal, homologada, con control sanitario y con filtro 100% ultravioleta que te protegerá perfectamente de los rayos solares. Es imprescindible que los pequeños también lleven una gafa adecuada para ellos, además de que les protege del sol evita que les entren cuerpos extraños en los ojos y minimiza las reacciones alérgicas.

No abuses del aire acondicionado, pues reseca el ambiente y tus ojos se resentirán también. Puedes solucionarlo utilizando lágrimas artificiales o gotas humectantes.

Si eres usuario de lentes de contacto y te encanta ir a la playa/piscina lo ideal es la lentilla desechable diaria para evitar que las bacterias del agua del mar, la arena o el cloro de la piscina se mantengan en la lente y puedan producir infecciones, utiliza también gafas de bucear completamente cerradas para que el agua no contamine tus lentillas.

Por último, pero no menos importante, intenta no salir en las horas de mayor radiación solar (entre las 10:00 y las 16:00), desconfía de los días nublados (el 90% de la radiación UV alcanza el suelo a pesar de las nubes) y no olvides hidratarte bebiendo agua con frecuencia.